Hatiralar es la
palabra turca para recuerdo. Con este nombre el Museo Histórico de
Deventer ha organizado una exposición para celebrar el
400 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Turquía y Los Países
Bajos.
En las salas del museo encontramos el trabajo bordado que 18 mujeres de
Deventer de origen turco realizaron en el año 2004. Se trata de 18 labores
enmarcadas, la mayoría bordadas en punto de cruz, que narran sus historias y la
de sus familias, desde la vida en el país de nacimiento, la forma de vivir y
trabajar, la despedida de los familiares, el viaje en coche o en avión, hasta
su asentamiento en Deventer, el trabajo en fábricas, en hospitales o en la
enseñanza. Son sus recuerdos expresados con cada una de las puntadas bordadas en
la tela. En la segunda parte de la exposición, 18 holandeses de Deventer que
han tenido una relación especial con Turquía comparten también sus recuerdos
prestando al museo diversos objetos de carácter personal, incluso un puñal de
plata y la firma caligrafiada de un sultán.
Los lazos entre Turquía y Los Países Bajos son
cada vez más importantes. No hay que olvidar los 380.000 holandeses de origen
turco que viven en este país. El comercio se ha duplicado en los últimos diez
años y seguirá evolucionando favorablemente. Hay también un crecimiento en el
intercambio cultural y social. Deventer está fuertemente unido con Turquía;
muchos emigrantes llegaron a esta ciudad en los años sesenta del pasado siglo y
hoy día viven unas 6500 personas procedentes de todas las zonas de Turquía y de
diferente entorno religioso.
Los 400 años de relaciones diplomáticas entre ambos países se celebrarán con exposiciones, cine, teatro, conferencias y música. Hasta el 6 de Mayo próximo se puede visitar Hatiralar, la exposición en el museo de Deventer.
fuente datos e imágenes: StedenDriehoek
1 comentario:
¡Qué salud cultural, Pilar! ¡Cómo se sabe convivir con una realidad real! Creo que en los Países bajos y, por supuesto, en Deventer, este tipo de actividades culturales, en todas las artes, unen e integran en una convivencia que nunca debe ser ficticia.
La exposición de la que hablas debe ser muy interesante.
¡Ah!, el tiempo...
Un fuerte abrazo, querida Pilar.
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