Dedicado al 2008
Me entrego a lo inevitable, y oculto la creciente inquietud trás secuencias que apuntalan los últimos momentos.
No hay nada más que hacer, ya no hay demora posible, sólo la incondicional ausencia, y un inasible retorno dejará paso al nuevo ciclo de la vida, que espera en el
vientre grávido de las horas el morir de tus latidos.
El tañido del reloj y un avejentado almanaque seguirán mostrando la dimensión del tiempo.
1 comentario:
Como dijo A. Gala en alguna de sus publicaciones, los humanos estamos empeñados en parcelar, dividir y volver a repartir algo tan inabarcable como el tiempo. Porque se nos escapa tal vez.
Saludos desde un nuevo hito temporal.
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