
En la acolchada niebla del pasado, recobran vida las sombras
desprendidas de sus marcos, mientras los muros imperturbables,
mantienen el secreto de lo vivido, y un clavicímbalo sigue marcando,
lento, las silenciosas pisadas de antaño.
Roto el sosiego, conjugan unos pasos las huellas del pretérito.
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