La caleta
Málaga
He observado como se aceleran las noches de este verano, que muestra ya signos de debilidad. No están lejos el silencio del blanco y el pesimismo gris de una rutina que se contradice. El tiempo se echa encima, todavía ataviado para los últimos festejos y verbenas. Son imágenes de apoyo para asumir el destino del que se sabe indispensable.
Esta mañana la arena está fría y el mar tiene un azul desconcertado de pérdida y dejadez. Tengo que recuperar el dominio sobre lo cotidiano, el ronroneo metódico de la responsabilidad. Cuesta poner final a este periódo de complacencia y abandono, volver al desaliño de lo presuroso, al tiempo que crece un sentimiento ambivalente que difumina los rasgos y roba el aroma dulce de lo que fue. La ciudad está demasiado desenfrenada, es con frecuencia intransigente y engulle futuros con proyectos que ya no me pertenecen. Es inútil aferrarse a historias caducas de rangos y nombres. Son sólo murmullos, eco cansado de unas voces entre el ruido intenso de las obras en las calles y el caos de la circulación.
La tormenta de esta noche pasada ha dejado la arena fría, y su llegada ha sido el colofón de un verano lleno de propósitos sujetos con alfileres a la decisión. La tenacidad del agua caída ha arrastrado toda huella de debilidad y nostalgias que no llevan a ninguna parte. ¡Qué clara ahora la luz cuando se entiende todo, y qué amplio el espacio para escribir capítulos de una memoria en los marrones, verdes y amarillos del otoño!
No haré preguntas en esta mañana que huele a limpio y el suelo está cubierto de jazmines húmedos. Pronto me ausentaré de estos matices que dominan mi voluntad, que es siempre peregrina a la hora de decidir cual es su sitio. Existen otras certezas y perspectivas, mezcla de asfalto, aire, sueños, gente, amigos, familia, con una afinidad benevolente hacia la realidad que traen los días, y que yo aceptaré después de todo.
3 comentarios:
Se hace duro volver a las pautas cotidianas, a los patrones rígidos tras un tiempo abandonado a la sensualidad del Sur.
Saludos tras haber regresado de más al Sur todavía.
QUe dificil dejar las vacaciones, como lo entiendo pero en fin para volver a disfrutar de otras no queda màs remedio que volver.
Cariños y un placer que estes de vuelta.
mi tierra se me hace cercana y vivida a traves tuya. un abrazo
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