Para todos mis amigos, desde Málaga
En recuerdo de La Azucarera Hispania, Málaga
Ahí, donde la casa se erguía señorial y altiva,
no queda nada, solo tierra solitaria y triste.
Busqué un alma y encontré palmeras,
faros vigilantes en un mar de rastrojos secos,
recuerdos de un jardín umbroso y fértil,
hoy árido y yermo, sombras del pasado
que se diluyen,
un mundo que fue y no es,
latidos de entonces que hacen daño
dejándonos heridos y sin aliento.
!Quisiera ser golondrina sin memoria
en el camino perdido del retorno!
5 comentarios:
Hola desde Málaga .¿Eres de los Wallace que fundaron la fabrica de azucar en esta cuidad ? Si es asi mi ahorabuena , pues Malaga debe mucho al que seria tu bisabuelo ( James Wallace )
No me extraña que recuerde el sitio con tristeza , pues mi marido que lo vio de pequeño , me cuenta que era un lugar esplendido.
Estas en Málaga o en Holanda ?
Besos desde Málaga.
Nací en La Azucarera, en la casa del Administrador, que era mi abuelo Rafael Wallace. En aquellos campos inmensos crecimos mientras jugábamos a imaginar que viajábamos a mundos lejanos. El nogal era la isla adonde llegábamos tras el naufragio de nuestro barco, el gallinero un fuerte que conquistar, el guarda jurado que hacía la ronda nocturna, el enemigo al que burlar mientras correteabamos en las noches de verano por los alrededores de la fábrica. Una infancia plena, llena de esas prohibiciones y misterios que tanto hacen volar la imaginación joven. Como dice mi hermana, volvimos hace poco y todo era un territorio invadido por palmeras salvajes que habían hecho desaparecer todos nuestros lugares de correrias. Y pronto desaparecerá bajo un centro comercial ó algo similar. R.I.P.
La verdad es que aquello lo han dejado convertido en un auténtico descampado. Ayuntamiento, Junta de Andalucía o quien fuera podría haberse preocupado por rescatar ese suelo para usos más provechosos, claro que tampoco les importa mucho el antiguo campamento Benítez.
Saludos desde mi rincón.
Yo era muy pequeño cuando llegué por primera vez a la casa de mis abuelos en la azucarera Hispania. Fuese por este motivo o por otro, aquello me pareció muy grande, diría que incluso inmenso; era vivir en plena naturaleza pues en aquella fecha no existía ni la gasolinera actual ni la central lechera Colema; y es que estoy hablando de 1956. El pulso de las estaciones (expresión afortunada de Miguel Delibes) se notaba con todo su explendor. Tengo muchos recuerdos de aquellos tiempos: las campañas de la fábrica (de caña o remolacha),las tormentas de otoño e invierno, las inundaciones del río Guadalhorce, los juegos en el jardín y un largo etc.
Fuera del recinto de la Azucarera había un cortijo: el cortijo de Corro; yo sentía una enorme atracción por aquel lugar; pero claro, la AUTORIDAD, representada por mi abuela pensaba que ese sitio era peligroso y todo su esfuerzo era para no dejarnos ir allí. Pero, ¿quién le pone puertas al campo?; quiero decir, ¿quién puede sujetar a un niño cuando usa toda su energía para conseguir algo?. Al final, como se acordará mi hermana Loreto, terminamos triunfando y la AUTORIDAD así lo tuvo que reconocer.
Hoy día, contemplando aquél lugar donde crecimos no puedo por menos sentir una gran nostalgia de un tiempo que no ha de volver. Y se me vienen a la memoria aquellos versos del poeta que nos recuerda lo evanescente de nuestro paso por la vida:
-Todo calla ante el sonido
del tiempo devorador,
y donde nacía una flor,
fabrica el ave nido.
Estimada Pilar que versos màs sentidos, esa desolación y abandonan que dibujan, curiosamente en mi blog www.laextensiondemisojos.blogspot.com el ùltimo post también habla de lo mismo.
Por otra parte que hermosos recuerdos tienen de "LA AZUCARERA" y de sus antepasados que lindo ¿verdad?.
Cariños
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