domingo, 21 de marzo de 2010

A punto de partir






Me reconozco al límite de la resistencia ante un equipaje que cada vez exige más. ¡Este viaje no es para siempre! -me digo- y sigo buscando lo que la memoria suele olvidar, como son unas llaves perdidas, el pasaporte que no está donde debe, el libro que tenía reservado para esta ocasión. Nunca se está completamente a punto de partir. Acechan además razones para impedirlo: problemas que en esta última hora escogen el momento de mostrar sus quebrantos, y rompen la estabilidad de lo programado. Pero sobre todo es el tiempo lo que domina a los que se quedan con la ausencia y la distancia, y será el desaliento el que moldee el miedo a la soledad. Para quien – en el vértice de sus años- no entiende de distancias y ese tiempo es un futuro que teme inalcanzable en la quietud que vive el suyo, la espera está inmersa en el acoso del silencio de sus días.


Todo es parte del equipaje que lleva el que está a punto de partir, compañero inevitable que acompañará cada capitulo de esta historia.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Partir es morir un poco, dicen. me imagino que tener la vida (externa e interna) siempre en viaje, siempre partiendo ha de dejar huellas en el viajero. Peregrinar en suma, con sus costos y sus ganancias.
"... la espera está inmersa en el acoso del silencio de sus días", estremecedora frase.
Abrazos!

Marissa Tamayo dijo...

Adónde te vas Pilar? Adonde sea vayas te deseo una linda estadía.
Me imagino que irás a tierra, a la siempre recordada Málaga.

un abrazo,

Pilar Moreno Wallace dijo...

Gracias a las dos, Eva y Marissa, por vuestra visita al blog. En estos dias estoy en Málaga desde os envio un saludo acompañado de sol.

Nómada planetario dijo...

Feliz estancias por estas tierras.
Los nervios previos a la partida son siempre un tanto pegajosos, hasta que no estás en el aire, siempre falta algo.
Un abrazo.

Camino del sur Pilar Obreque B dijo...

Pilar, mis mejores deseos en tu viaje, que sea renovador, alegre, divertido.


Cariños

Pilar