Yo no necesito soñar con la lluvia tierna,
compañera fiel en los días grises
lejos de las cálidas aguas del sur.
Su presencia es llanto
que me adormece con su melódico
batir en la ventana,
trae cerca el rumor del mar
y asusta a los pájaros negros
que hacen nidos en mis sueños.
4 comentarios:
Pilar, con toda mi sinceridad: magnífico.
Públicamente te lo digo.
Como lo siento.
Siempre recordaré la casi imperceptible lluvia mientras paseaba por Amsterdam, Breda, Utrecht...
Tus versos me arrastran por mis recuerdos más queridos...
Gracias.
Para mí los días de lluvia son días de lectura y para echar de menos el sol :) Me gusta estar en la calle, por eso me encanta la primavera y el otoño, que por aquí es cuando más apetece pasear.
Precioso lo que has escrito.
Un abrazo
Precioso poema, Pilar. Por aquí, por el Sur, después de un gris y húmedo invierno, ya empieza a hacer acto de presencia la primavera...
Que tengas un muy feliz y leve día. Un abrazo.
Buenas noches, Pilar. Me ha gustado mucho tu poema. La lluvia me gusta. Me gusta verla desde el calor de mi habitación. También pasear bajo ella y sentir los vapores que emanan de la tierra húmeda.
Espero que tu semana esté siendo muy agradable.
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