jueves, 29 de diciembre de 2011

Despidíendo al 2011

Felíz Año 2012


Recuerdo como eras cuando llegaste enjaretando días, blanco de experiencias y con equipaje: un hato de promesas y un exceso en sueños. Promediaba una sonrisa, para atemperar posibles frialdades y desengaños a tanta prosperidad, anunciada entre burbujas doradas. Una fanfarria de música y luces adormecía negros presagios. La juventud que traían tus recién estrenadas horas, haciendo olvidar la amenaza del tiempo, iba desgranando un calendario que nos regalaba grandes lunas y noches solitarias. Quedaban en silencio muchas de tus promesas y algunos secretos, cuando se iluminaron las húmedas canículas, coloreando blancos en brotes de verdor. Aroma de salitres y bosques acercó otras sesiones y adormeció desengaños…¡volví a sentir otra vez el frío!



Ahora acabado el tiempo, me dejas las dudas. Recogeré los sueños no dormidos y me sentaré a verte partir…

2 comentarios:

Mª LUISA ARNAIZ dijo...

Que ese frío se convierta el próximo año en fuego y luego, "quand vous serez bien vieille", en rescoldo para seguir recordando. Muchos besos, Pilar.

ANTONIO CAMPILLO dijo...

Algunas, cierto que no muchas, fueron las visiones que nos mostró con su nacimiento este viejo año a punto de expirar. Ninguna se cumplió.
la vitalidad con la que nació se ha convertido, a lo largo de su existencia, en desengaños que hemos recibido de quienes han manejado el paso de su edad en beneficio propio.
Las ilusiones perdidas son irrecuperables, la confianza se ha transformado en humo, la felicidad está acongojada.
Su hijo, a punto de nacer de entre sus cenizas grises, delicadas y volátiles, esperemos que posea una estructura genética muy diferente de la que tuvo él.
Querida Pilar, te deseo que este nuevo año sea capaz de transportarte, a ti y a toda tu familia, en una nube de paz y prosperidad.

Un fuerte abrazo, Pilar.