sábado, 11 de enero de 2014

Palacio Het Loo (Aperdoorn)


 
No hay nada que haga estéril
el esfuerzo de la palabra,
nada que doblegue la voz
en los corredores acuosos de la conciencia.
Sólo la luz quiebra horizontes con el lastre de las sombras.
 

1 comentario:

ANTONIO CAMPILLO dijo...

Excelente poema, Pilar. Cierto, sólo la sombra rompe la luz que nos envuelve cual baño en el que podemos encontrar nuestro mundo. La palabra pensada o sentida jamás será vencida. La belleza enlaza la palabra y la luz.

Un cariñoso abrazo, amiga Pilar.