jueves, 29 de diciembre de 2011

Despidíendo al 2011

Felíz Año 2012


Recuerdo como eras cuando llegaste enjaretando días, blanco de experiencias y con equipaje: un hato de promesas y un exceso en sueños. Promediaba una sonrisa, para atemperar posibles frialdades y desengaños a tanta prosperidad, anunciada entre burbujas doradas. Una fanfarria de música y luces adormecía negros presagios. La juventud que traían tus recién estrenadas horas, haciendo olvidar la amenaza del tiempo, iba desgranando un calendario que nos regalaba grandes lunas y noches solitarias. Quedaban en silencio muchas de tus promesas y algunos secretos, cuando se iluminaron las húmedas canículas, coloreando blancos en brotes de verdor. Aroma de salitres y bosques acercó otras sesiones y adormeció desengaños…¡volví a sentir otra vez el frío!



Ahora acabado el tiempo, me dejas las dudas. Recogeré los sueños no dormidos y me sentaré a verte partir…

jueves, 22 de diciembre de 2011

Felíz Navidad


Con mis mejores deseos para estas fiestas y la esperanza de un año generoso.


lunes, 19 de diciembre de 2011

Ghosts of Christmas: El espíritu de la Navidad





 Como otros años Deventer se vistió de Dickens ...

Charles Dickens está de nuevo aquí, envuelto en el olor del ponche y las castañas asadas, y yo vuelvo a dejarme conquistar por ese aire inglés de Navidad que llega con su visita. La nieve este año es real, y al calor de la fogatas encendidas en las calles se acercan los personajes traídos por él, entre temblorosas luces, árboles de Navidad, y casas restauradas de la época. No sólo en las calles, sino a través de ventanas y puertas abiertas entras en el ambiente romántico y lleno de contrastes del siglo XIX.

Esta vez quiero alcanzar el tiempo y retroceder, cruzar esa línea que separa lo verdadero de lo imaginado en sus cuentos, vivir en el presente las historias de los libros. Me veo avanzando por esas calles anfitrionas de la ciudad. Hace frío. Copos de nieve dan el toque blanco al color en las mejillas de la gente. Pronto me encuentro rodeada de una abrigada multitud, deseosa igual que yo de conocer a los verdaderos protagonistas del día: vendedores de periódicos, deshollinadores, huérfanos desharrapados, mendigos y locos, rateros, niños que ofrecen en venta. En el recorrido también me cruzo con damas elegantes y caballeros con sombreros de copa. Más adelante me enfrento a un grupo de exaltadas señoras que exigen el derecho a voto, mientras vendedores muestran sus mercancías y un muchachito anuncia las noticias del periódico que ofrece.Tengo un encuentro con Ebenezer Scrooge tan desagradable como siempre, con la pequeña Dorrit, con el distinguido señor Pickwick. A Oliver no hay quien lo pueda coger, y David Copperfield muestra el buen carácter que nos contaba Peggotty. En una esquina un contador de cuentos entretiene a un grupo de curiosos, y hay un momento de confusión cuando atisbamos a la reina Victoria a través de los cristales de una carroza.

El aire frío trae cerca las notas de un coro que canta a la Navidad mientras el día cuenta tenaz las horas. Voy pasando de un libro a otro recogiendo cada una de las historias. Los personajes se muestran cansados y se hacen reales, toman propias decisiones, manifiestan sus derechos. Se han hecho noticia que atrae a miles de visitantes para asistir a esta cita cada año, y así saben que volverán a copiar la moda de entonces, a airear los disfraces, a desempolvar sombreros, y ensayarán canciones y textos para dialogar. Así cuando el rumor de la ciudad vuelve a sus actuales dimensiones, los protagonistas del día regresan al silencio de las letras. Allí dormirán el sueño reparador que los harán tan apetecibles, tan deseados como cada año.


jueves, 17 de noviembre de 2011

Eterna inquietud

foto: Stentor


"Frío e insípido es el consuelo
cuando no va envuelto en algún remedio"
( Platón)



No me gusta el invierno, aunque admiro su poder de persuasión que me confronta a lo oscuro camuflado en las horas y me acerca la ausencia y el desdén de las sesiones que le precedieron. Soy sensible al mensaje de su silencio que despierta en mí el rechazo y la congoja con cada uno de sus ciclos. No me gusta, aunque me seduzca con el blanco blando, el fuego de las chimeneas y el rojo de la Navidad. Son caracteres que le pertenecen en cierta manera, con los que trata de hacer chantaje a mi discernir. No tengo miedo de su caricia fría ni de la niebla donde los límites pierden lucidez; eso es sólo letargo para mi impaciencia. Pero la inquietud y desvelo que me produce hacen que trate de encontrar un rescoldo abrigado con los nombres de sus rivales en constante regresión. Todo inutil. El invierno habla su propio lenguaje con un atractivo que desordena de asombros los días, y yo me siento perdida en el laberinto de una travesía que cada vez me limita más.


martes, 15 de noviembre de 2011

La poesía internacional reconoce los versos de Álvaro García




El poeta malagueño gana el XXIV Premio de Poesía Loewe con 'Canción en blanco', compuesto por un solo poema largo.

García ya fue ganador del Premio Hiperión en 1989 por 'La noche junto al álbum'.

El poeta malagueño Álvaro García ha ganado este martes el Premio Internacional de Poesía Loewe en su XXIV edición por su libro Canción en blanco, que está compuesto por un solo poema largo, que refleja el amor como "totalidad" en contraste con el sufrimiento del mundo.

Esta edición el jurado ha valorado el riesgo que entraña escribir un único poema, "un reto muy novedoso en la generación actual y que Alvaro García ha conseguido con gran riqueza".

Para el escritor y jurado Luis Antonio de Villena, Canción en blanco se centra en el amor como "contestación de la celebración" sin dejar de lado una reflexión sobre la muerte, el paso del tiempo o lo efímero.

García entona sus versos al "gran chute" que significa el amor, "que te hace comprender las cosas y sentirte más vivo", explica este poeta. Canción en blanco cierra una trilogía que inició en el 2002 con Caída y en 2005 con El río del agua.

Los versos de la obra premiada nacen en una habitación de hotel cuando un hombre y una mujer celebran su amor mientras la televisión emite imágenes de la invasión de un país."Es un gran contraste y un acto heroico, a la vez" explica este poeta para quien la poesía roza el "lenguaje absoluto". ' La única revolución no sangrienta.

En este sentido, García apuesta por la poesía para acercarnos al "lenguaje entusiasta" y rechaza la idea del los versos que se imponen una "tarea social adherida". "Si todo el mundo leyera poesía, avanzaríamos más", explica este poeta malagueño, para quien la "única revolución no sangrienta es la poética".

Canción en blanco cierra una trilogía que inició en el 2002 con Caída y en 2005 con El río del aguaÁlvaro García, que fue ya ganador del Premio Hiperión en 1989 por su libro La noche junto al álbum, suma hoy a sus galardones el premio Loewe, uno de los más prestigiosos de este género.

El vencedor de esta edición, doctor en Teoría de la Literatura, traductor y articulista, tiene un total de cinco libros de poemas y uno de ensayo titulado Poesía sin estatua. Ser y no ser en poética (2005). García ha traducido libros de Larkin, Auden, Atwood, Kipling y Kenneth White, entre otros.

Fuente: (20 minutos.es)

lunes, 14 de noviembre de 2011

Otoño



 noviembre

***

Hojas caidas
árboles con tristeza
se debilitan



jueves, 3 de noviembre de 2011

Otoño, tiempo para soñar. Un cuento.

Un texto antiguo



Entre los libros preferidos de mis años infantiles están los cuentos de la colección "Marujita", de Ediciones Molino. Su lectura influyó muchos de esos años en mi hermana y en mí y aún hoy día no estoy muy convencida, quizás no quiero convencerme, que no existe ese mundo encantado que nos describían, el pais de las hadas.

Mis abuelos vivían en una casa en las afueras de la ciudad con un gran jardín, donde mis hermanos y yo disfrutábamos las aventuras más fantásticas y divertidas. Era el sitio ideal en el que nuestra imaginación infantil situaba aquel mundo de los libros; allí tratábamos de encontrar entre los árboles, setos, plantas y flores, esa población menuda que formaban las hadas, duendecillos, gnomos, elfos y geniecillos traviesos. Todo el tiempo que nos dejaba libre el colegio -entonces teníamos de aquellas largas vacaciones- lo pasábamos en aquella casa, hoy desaparecida. El jardín estaba rodeado de altas verjas de hierro que ofrecían una gran seguridad a los mayores que nos dejaban libres para corretear todo el día a nuestro gusto, interrumpiendo los juegos solamente a la hora de las comidas y la siesta.

Títulos tan bonitos como La travesura del gnomo pegón, El duendecillo de la chimenea, Un gato en el país de las hadas, La casa encantada y muchos, muchos más, daban paso a historias que se desarrollaban en un país a donde se llegaba por senderos ocultos o puertas invisibles, con personajes que vivían en casitas mágicas que andaban o hablaban, siempre en medio de una exuberante vegetación. Con la imaginación rica de los niños, no nos era difícil sentirnos protagonistas en medio de aquel mundo de magia, buscando detrás de un árbol, en el hueco de un tronco, entre las rosas y los geráneos o en cualquier pequeño rincón del jardín, algunos de aquellos gnomos, duendes y hadas para hacerlos compañeros de nuestros juegos. Hoy, aquella casa de mis abuelos, desgraciadamente, ha desaparecido arrastrada en la vorágine de los tiempos que corren y sólo queda un terreno lleno de matojos y maleza. Nada mágico ni especial podemos encontrar; eso sí, aún están en pie las palmeras que indican el lugar de tantos recuerdos.

Estamos entrando en el otoño. Es el tiempo ideal para pasear por el bosque; hay calma después de la agitación y exhuberancia del verano, y sugen nuevas actividades para esta época fría que se acerca. Caminando por los estrechos senderos sombreados con altos árboles, aún no despojados totalmente de sus hojas, puedes ver como la naturaleza se envuelve en tonalidades ocre, marrones, oro viejo, verdes oscuros y amarillos. Cerca de casa hay un bosquecillo donde me gusta pasear; el suelo está cubierto de una crujiente manto que amortigua el ruido de los pasos y hay abundancia de frutos maduros, manzanas silvestres, castañas, bellotas, toda clase de setas. En esta época del año la naturaleza es ahora diferente, la vegetación distinta, más amplio el espacio, las sombras y los sonidos tienen otras tonalidades, pero, en la luz suave del sol de otoño que todo lo envuelve, la magia es la misma de entonces y la imaginación está todavía dispuesta a ayudarte.

Desde pequeña he sentido la necesidad de leer. Con los libros crecí, me acompañaron cuando me alejé y ahora son más numerosos los que están conmigo. Conocí nuevas historias y diferentes personajes hicieron su aparición, pero, a pesar de todas experiencias que me han invitado a vivir aún sigo buscando en mi pequeño jardín, entre las nuevas plantas y entre los árboles, la magia de aquellos cuentos: hadas, duendecillos, gnomos y elfos, …¡Quién sabe, quizás alguna vez los encuentre!

sábado, 29 de octubre de 2011

De gatos

Tengo un gato en casa al que le gusta observar su horizonte desde el pretil de los días, y marcar filigranas de sombras en noches de eclipses. Me ha impuesto su voluntad desde que sucumbí a sus brillantes pupilas, y a esa reminiscencia de fiera que produce su tacto.¡Todo venganza, déspota que impone el silencio en transparencias de soledades! Egoísta, interesado en guardar la imagen de su secreto en el amarillo de la mirada, exige sin recato caricias con ronroneo. Sibarita y refinado, aprecia el buen comer: hay sangre en sus ofrendas y deja complaciente huellas rojas en la piel.

martes, 25 de octubre de 2011

Paisaje


Entre Duurstede y Rhenen, Los Países Bajos
Una tarde de otoño

jueves, 13 de octubre de 2011

Exposición enel Rijksmuseum en Amsterdam

                                                                          Degas
                                                                           Rembrandt

El Rijksmuseum en Amsterdam nos da la posibilidad, hasta el 23 de Octubre, de conocer la influencia que Rembrandt ejerció sobre un jóven Degas.



miércoles, 5 de octubre de 2011

Lo que he podido hacer este verano




Despierto en el azul mágico de un tiempo no recuperable. Estoy rodeada por las imágenes que quiero, tan familiares y al mismo tiempo diferentes, el mar y la montaña, las calles y su gente, la siesta y el bullicio. En ellas busco cualquier pequeño olvido, esa especie de inercia que el paso de los años nos impone. Todo pertenece a un período de fuertes contrastes en pigmentos y fragancias, de sentimientos desbordados, de insectos zumbadores; es tiempo de verano, membrillo y gazpacho.


Es verano y estoy de vacaciones. Son días que sólo exigen una narrativa discreta y un comportamiento perezoso, nada que intente competir con ese paraíso sugerente que tantas agencias prometen. Sin embargo, para los que quedan en casa, tras la fachada de lo cercano, de lo que parece cotidiano y de temperamento suave, pueden sentirse sorprendidos con el descubrimiento de otras posibilidades sin tener que cambiar de lenguaje.

Es verano y estoy de vacaciones en Málaga. No me moveré de aquí; mañana iré a la playa y cumpliré con el paseo de la tarde, pero hoy tengo una asignatura pendiente y un programa con nuevas propuestas. La primera es una visita a los Íberos, que encuentro instalados en una gran carpa al lado del puerto. Lo que sabemos de ellos nos lo contaron los griegos y hoy de nuevo los tenemos cerca al mostrarnos su vida cotidiana y familiar. ¡Qué hombres tan resistentes y decididos aquellos orgullosos pueblos, dispuestos a sacrificarse hasta el final! Defensores de su independencia, fueron sometidos por los nuevos invasores después de una larga contienda. Es mi viaje en el tiempo a través de todo lo que aportaron a la península ibérica, idioma, moneda, comercio, agricultura, y que me va dando a conocer una cultura que terminó doblegándose al poder de las legiones romanas. Reproducciones, maquetas, grabados y fotografías, incluso la puesta en escena de un poblado y de un impresionante guerrero montado a caballo hacen más palpable su presencia. Hay muchos interesados visitando la exposición, mayores y niños, escolares y turistas que buscan en sus vacaciones algo más que sólo el mar como lugar de destino. Al terminar el mes de junio los Íberos se llevaron sus enseres dando por terminada su estancia en esta capital.

La segunda propuesta es el palacio de Villalón, en el mismo centro histórico de la ciudad. Un edificio del siglo XVI que se erigió sobre los restos de una factoría romana. Alcanzó su importancia a partir del casamiento en 1707 de Catalina Victoria de Villalón y Mendoza con el marqués Gaspar de Brocamonte, que lo hicieron su residencia. Al morir los marqueses sin descendencia, el palacio estuvo cerrado durante décadas hasta que fue comprado por Avelino España, conocido hombre de negocios de la sociedad malagueña, en el siglo XIX. Más tarde pasa a otras manos y ya en los años cincuenta del siglo pasado se instala en él un negocio de cristalería y loza. El palacio, ejemplo de la arquitectura renacentista malagueña, ha sido víctima de transformaciones para adaptarlo al gusto de las distintas épocas, que no le favorecieron para nada. Así quedó en la memoria de la ciudad, entregado a las imposiciones de la Historia. Restituidas sus trazas originales, ha recuperado la entrada original y sus dos plantas superiores, desde las que se puede observar el patio principal del edificio que vuelve a tener el carácter que nunca debió de perder.

Las calles han crecido, se han hecho anchas en torno del palacio, pero sin perder el sabor de la tradición. Son reconocibles todos sus acentos como iglesias, plazas y estrechos pasajes; vuelve a hacerse visible una realidad. También el palacio ha recobrado su elegancia y forma parte de la vida social y artística de la ciudad. Durante mucho tiempo fue condenado al silencio. Ahora tiene su propio lenguaje, es museo y acoge en sus salas la colección Carmen Thyssen Bornemisza. En el interior de ellas se nos invita a recorrer la historia de los géneros en la pintura español del siglo XIX, con particular atención a la pintura andaluza. Esta es una visita que bien merece un capítulo aparte y toda mi dedicación. Es algo que enriquecerá mis vacaciones.

 

jueves, 22 de septiembre de 2011

Una mirada en la Historia


Deventer




"Las ciudades como los sueños están hechas de deseos y temores"
Ítalo Calvino, novelista italiano.


Deventer, una de las cinco ciudades más antiguas de los Países Bajos, no es la ciudad donde he nacido pero ha sido un campo abonado para una nueva vida y un nuevo lenguaje, y ya no es la desconocida de entonces donde me costaba orientarme. Amable y nada pretenciosa parece atender mis nostalgias geográficas. Su identidad, paisaje, gente, olores, sin olvidar el clima, han influido en mi comportamiento hacia ella. Nuestra relación ha sobrevivido todos los grados de iniciación y conocimiento, momentos de incertidumbres y de alegres auspicios, emotividad, hasta llegar al perfecto entendimiento; pero es el trazado de sus calles y plazas, jardines, edificios y monumentos los que me han hablado de su historia y la de sus habitantes.

La historia de Deventer es larga y comienza en algún momento entre los años 4000 y 3000 aC, cuando un grupo de nómadas llega a los alrededores de la actual ciudad. Siglos más tarde campesinos, artesanos y comerciantes se instalan definitivamente a las orillas del río Ijssel en casas que por vez primera son de madera. No fue una solución muy segura cuando un desvastador fuego destruyó dos terceras partes de la ciudad a mediados del siglo XIV. Después de esto se emplearon otros materiales y hoy Deventer conserva la casa de piedra más antigua de Holanda. Ella ha sido testigo del curso del tiempo y del auge de Deventer como uno de los enclaves de la Liga Hanseática a lo largo del río Ijssel. Este río ha tenido a través de los siglos mucha importancia para el desarrollo de sus relaciones comerciales, pero es cierto que, en ocasiones, hay que tenerle vigilado por las inundaciones que hasta el día de hoy siguen fastidiando la ciudad. Descubrimientos arqueológicos como restos de murallas y antiguas edificaciones, enterramientos, trozos de cerámica, puntas de flechas y –no me olvido- la casa de piedra tienen la palabra en estos primeros capítulos de su historia.

Poco a poco creció hasta ser una ciudad ilustrada y con ambiciones. Acuñó su propia moneda, se fundaron organizaciones de beneficiencia, la imprenta alcanzó una larga tradición y uno de los más conocidos organistas, Jan Pieterszoon Sweelinck, tuvo su cuna en Deventer a mediados del siglo XVI. Es de mucha importancia el establecimiento de la Escuela Latina que le dio gran notariedad y atrajo a muchos estudiantes a la ciudad. Se seguían lecciones en las siete artes liberales, de las que Latín y Lógica eran las asignaturas principales. Erasmo de Rotterdam fue un alumno aventajado, a quien no le gustaban las reglas ni los dogmas; la diversión debería destacar en la vida, y la curiosidad. Non scholae sed vitae discimus –no porque la escuela lo quiere, sino porque la vida lo pide- es el lema de Séneca que ha quedado grabado y que hoy puedo leer en la fachada del edificio de la antigua escuela. Deventer había terminado con La Edad Media y se convirtió en el centro intelectural de los Países Bajos.

Eran tiempos en los que todo se podía comprar, hasta un permiso de residencia para el cielo. La iglesia tenía barriles de oro y en la calle el pueblo moría de hambre. Se levantó una gran barrera entre los ricos y los que no tenían nada. La gente veía todo esto con sufrimiento pero callaba. Los holandeses eran piadosos, temían a Dios y esperaban mejores tiempos. Y así, mientras Erasmo predicaba tolerancia, hizo su entrada en la historia Felipe II que no tenía nada de tolerante y se consideraba enemigo de cualquier cambio. Hogueras y torturas fueron los métodos de castigo que implantó Alba, el duque de hierro, recien llegado de España. Su carácter autoritario no le desvió de sus propósitos, momento que aprovecharon los rígidos y pesados calvinistas para destruir todas las imágenes y objetos religiosos que pudieron. El terreno estaba preparado para una guerra que iba a durar ochenta años.

Deventer estaba en manos de los españoles y dependía del gobierno central católico en Bruselas. Hubo un intento fracasado de Guillermo de Orange de liberarla de la furia española, y la ciudad fue declarada enemigo nacional. Siguieron nuevas tentativas y más saqueos, destrucción y terror, hasta que el príncipe Mauricio de Orange en 1591 con 9000 soldados a pie y 1600 a caballo puso asedio a la ciudad. Después de cinco días de luchas, Deventer pasó definitivamente a formar parte de la República de las siete provincias de los Países Bajos. Ahora estaba arruinada, empobrecida y con una población dramáticamente mermada.

Huellas de entonces, restos de las murallas abatidas, los cimientos de una torre que sufrió el impacto de las armas, una pequeña iglesia que fue parte de un convento, son las huellas en la historia de la maltrecha Deventer. Además de las que dejaron esta larga guerra, Deventer guarda también la herencia de otras culturas que en alguna ocasión se sintieron atraídas por estas tierras entregadas a los caprichos del agua. Además de frisios, celtas y demás tribus germánicas, también Napoleón sintió predilección por Los Países Bajos. Los convirtió en un estado tributario y los bautizó con el nombre de República de Batavia, hasta que después de algunas rencillas y otros golpes de estado, los hizo monarquía y coronó como rey a su hermano Luis Bonaparte. La marcha de Napoleón no significó el fin del dominio francés y de nuevo Deventer sufrió un asedio. Muchos edificios fueron sistematicamente destruidos y todos los árboles del parque talados. Tres días después de la rendición de los franceses en 1814 fue liberada Deventer -como una de las últimas ciudades de Holanda- por cosacos y tropas holandesas.

No termina aquí este oscilar entre lo cotidiano y lo propio de una generación, y las aventuras, vivencias y temores de la siguiente. Dos grandes guerras acechaban en el siglo XX. De la primera le salva la neutralidad del país, en la segunda era Deventer una meta cercana para los que buscaban imponer su raza. La destrucción y el daño fueron de alcance desconocido, lo racial se perdió y las heridas dejaron huellas que han encontrado un lugar en el tiempo.

La historia de Deventer está escrita en la ciudad, presente en el gris y en la lluvia, en las piedras mojadas en las calles, en el aire, en las imágenes que a cada vuelta me encuentro. Deventer es un libro abierto que invita a la lectura. Todo lo dañado en otro tiempo está recuperado y lo que tiene edad se cuida con respeto. Lo veo en las calles de entonces donde la memoria pone nombres, recuerdos y anécdotas. Deventer, como ciudad del comercio y también de las ciencias, del poder obispal, de las reformas religiosas, fue encuentro de camino para numerosos pueblos del este de Europa. Sendas, carriles, caminos de arena, no sólo llevaron prosperidad al este de los Países Bajos sino que se responsabilizaron del enlace con Europa y del gran desarrollo en la historia europea. En realidad todos los caminos llevan a Deventer.

Publicado en: http://alenarterevista.net/



domingo, 18 de septiembre de 2011

El árbol de las brujas


(Dedicado al blog  "Nómada planetario", a quién ahora me es difícil seguir leyendo por los caprichos de la técnica)




Árbor Sancta



El sauce está triste
y tan cansado
que hasta le pesa el aire que respira.
Sus ramas
-aves de interrumpido vuelo-
cuelgan en un espacio transparente y sin sombras.
La tierra
-siempre en conflicto-
ya no le pertenece
y teme la pérdida de una estética
que el gesto del hombre le arrebata.
El sauce tiene miedo al campo calcinado,
al arroyo perezoso
que hace palidecer sus orígenes,
a la falta de aquelarres
y al olvido de las brujas
que duermen el deseo perdido de los elfos.
Está triste el viejo sauce
y no camina,
el otoño ha hecho nido en sus hojas calladas,
está triste y cansado,
nadie sabe
que sigue siendo el Árbor Sancta de los poetas.

viernes, 19 de agosto de 2011

Me voy al Camino


Desde el 21 de agosto al 10 de septiembre estaré en algún lugar del Camino de Santiago.


Un alto en el Camino




Amanece,
y la luz se hace peregrina
en la alborada silueta del camino.
Nada está inmóvil,
vibra el silencio
con el eco dejado por tantas palabras,
voces amigas
que me guían por senderos desbordados de historia,
huellas de los que pasaron,
surcos en el tiempo
de aquellos que me precedieron,
paisajes que sobreviven
en el verde amable asomado al otoño.
***

 
O Cebreiro, 20 septiembre 2007

viernes, 12 de agosto de 2011

Llegué


Llegué
celebrando la luz.
Un aire blando sembró susurros
con acentos de paz.
La casa y los quehaceres me esperaban
con el tráfago de siempre.
Hablé a mi sombra.
Recorrimos juntas todas las estancias.
Nos adentramos
en los pasillos interminables
donde se acomoda la fidelísima vida
ajena a cualquier oficio
que turbe la rutina.
Allí aguardo
que la casa despierte de una ausencia
como ocurre todos los veranos
cuando abro armarios y guardo mis recuerdos
entre las sábanas perfumadas de lavanda.

Una tarde de lectura en el parque





Este verano asistí, en el parque de Málaga, a un pequeño recital de poesía.
David Leo García, estudiante de Filología Hispánica de 22 años de edad, leyó algunos de los poemas de su poemario "Dime qué". Obra que fue premiada con el "XXIII Premio de Poesía Cáceres Patrimonio de la Humanidad". A sus 17 años obtuvo el  Premio Hisparión por "Urbi et orbi" (2006) siendo así el premiado más jóven de su historia.

Encontré frescura y originalidad en sus poemas.



lunes, 8 de agosto de 2011

De nuevo estoy en casa




Finalizaron las vacaciones


..... desfilaron curvas, montañas perfiladas de azules, subidas, descensos, ríos. Extensiones secas, otras verdes. Pueblos, gente, diferentes lenguas. Vi el revolotear de banderas. Todo quedó engarzado en mi mirada, aguardando próximas ocasiones.

viernes, 10 de junio de 2011

!De vacaciones!


El mar desde lejos. Siento
el mar desde lejos.
Estoy en los pinos. Tengo
el mar del Sur en el pecho.
Un mar alto, por el viento.
Un mar de ángeles en vuelo.

 
José María Pemán

jueves, 9 de junio de 2011

La torre inclinada de Bedum (Groninga)


Torre de la iglesia Walfriduskerk en Bedum, de 35 metros de altitud.
(Principios del siglo XII)

¿Más inclinada que la de Pisa?

martes, 7 de junio de 2011

Lluvia

Foto: wikipedia

Arrebato
que traduce en tí todas las lluvias pronunciadas
con la violencia vertical de tu lenguaje
en un ancestral sonido,
y hace desfallecer la luz
en descarados insomnios y ausencias.



domingo, 29 de mayo de 2011

Hay de esos días ...



Hay de esos días que nacen alas
y vuelas por encima de lluvias, de nubes, de grises,
danzas en silencio buscando más allá de los sueños
el camino del deseo.

jueves, 12 de mayo de 2011

Pasiones


Cuesta retomar el lenguaje de esta tierra mía y duele la memoria del constante desafio del tiempo con las imágenes de antes, pero me gusta volver en esta época del año con el azahar en el aire, los claveles reventados, el romero y la cera por las calles. Encuentro el espacio y los paisajes cambiados y ya no puedo alcanzarlos con la rapidez acostumbrada. Sin embargo, también en esta ocasión he acudido a la cita de siempre atraída por esa identidad religiosa que la ciudad manifiesta sin caer en la rutina, por el esfuerzo de su gente apresurada y por la devoción exaltada entre un cierto desorden que he vivido en las noches de esta Semana Santa. Una semana en la que nos desdoblamos en dos: expectadores y actores de una historia escrita y que se sigue escribiendo. Siete días de aplausos y lágrimas, de palios y bambalinas, símbolos y rituales que hacen sentir La Pasión de una manera propia y especial pero no menos intensa, exaltada, exigente. Lo descubres en los cofrades, en los que llevan los tronos, en los ojos de los nazarenos, en la espera repetida de las imágenes. Desfilan con pasos concertados con la tradicción de una cadencia rítmica, y siempre el redoble del tambor, la campanilla, la candelaria encendida, y el valor de los que suben todo el peso en sus hombros, en un alarde de fidelidad compartida hasta llegar con ellas en sus casas de hermandad, donde sólo les queda esperar hasta la próxima Semana Santa para salir. Una semana, siete noches para La Pasión del sur.

Y yo volveré y me veré obligada a vivir otra clase de pasión que ha ido conjugando desde siempre mi identidad con la misma exaltación que tuvieron los desfiles. Una pasión que fija límites en el órden establecido de las cosas, que desafía voluntades, que levanta la voz para imponer sus condiciones sin querer asumir el tiempo que le queda, y que también nos obliga a marchar con pasos y por sitios concertados. Pero volveré a esta tierra y mi memoria se hará audaz enfrentándose a las imágenes de entonces. Volveré y seguiré hablando, con un lenguaje sin hostilidad, de mis propias emociones. No habrá fidelidad, pero quizas así pueda enfrentarme y vencer los tiempos imperativos que restan.

viernes, 8 de abril de 2011

A punto de partir pero todavía no



"Las vacaciones verdaderas no son viajes de descubrimiento sino un ritual de tranquilidad"
A.Philip Adams


Estaré unas semanas en el sur, en Málaga


Me reconozco al límite de la resistencia ante un equipaje que cada vez exige más. ¡Este viaje no es para siempre! -me digo- y sigo buscando lo que la memoria suele olvidar, como son unas llaves perdidas, el pasaporte que no está donde debe, el libro que tenía reservado para esta ocasión. Nunca se está completamente a punto de partir. Acechan además razones para impedirlo: problemas que en esta última hora escogen el momento de mostrar sus quebrantos, y rompen la estabilidad de lo programado. Pero sobre todo es el tiempo lo que domina a los que se quedan con la ausencia y la distancia, y será el desaliento el que moldee el miedo a la soledad. Para quien – en el vértice de sus años- no entiende de distancias y ese tiempo es un futuro que teme inalcanzable en la quietud que vive el suyo, la espera está inmersa en el acoso del silencio de sus días.

Todo es parte del equipaje que lleva el que está a punto de partir, compañero inevitable que acompañará cada capitulo de esta historia.

jueves, 7 de abril de 2011


Se ha despertado con una sensación abrupta de desconcierto. El sol comienza a distorsionar la luz frágil de este amanecer. Frente a ella el monte va pespunteándose de sombras, y el olor de las higueras hace presentir un nuevo día de calor. El terral - hoy tempranero – aprieta su piel hasta despertarla totalmente, sin contemplaciones, para no hacerle olvidar que hay aquí mucho más que la tierna suavidad del mar. En la realidad transparente de la hora rescatan los azules sus imágenes, le ayudan a recuperar las palabras que dejó atrás, le hacen sentir el latido de unos recuerdos aparcados. El mar, con su compás detenido en el tiempo, es el que aplaca la desazón de la herida que provocó la distancia y humedece sus raíces sedientas de identidad.


Unos gritos recios anuncian la llegada de unas jábegas con su carga de historia y baja hasta la Caleta. Se adelantan unas gaviotas deslumbradas por el bullir de la pesca. En un instante están sus inasibles huellas en la arena, mientras en la orilla se rompe el agua en mil pedazos. Mañana se habrá disuelto su añoranza. Mañana todo habrá ocupado su lugar.

viernes, 1 de abril de 2011

Han vuelto las lluvias







Yo no necesito soñar con la lluvia tierna,
compañera fiel en los días grises
lejos de las cálidas aguas del sur.
Su presencia es llanto
que me adormece con su melódico
batir en la ventana,
trae cerca el rumor del mar
y asusta a los pájaros negros
que hacen nidos en mis sueños.

jueves, 17 de marzo de 2011

La realidad de un sueño


Refugiada en los sueños, se aferra  a su imagen como náufrago a la vida. Le sobrecoge la idea de no poder sujetar su recuerdo, perdido en la intensidad hiriente de la ausencia. Se pregunta cómo hacerlo: aún tiene reciente sus caricias dormidas sobre la piel, aquel suave pleamar que se enredaba entre sus brazos, su sabor y su sentir. ¡Cuánto le falta! La sensación de añoranza sigue aumentando, le abruma. De nada sirve que no lo pierda definitivamente si se siente esclava de las distancias y llora ese recuerdo que sus lágrimas van dejando caer. Hoy el sueño se lo ha traído de nuevo. Ha surgido de la niebla húmeda que abre surcos blancos en el antracita de las noches. Así aplacó el miedo, pero no olvida los azules que dominan su pasado, y siente envidia de las gaviotas, dueñas de sus deseos, que pasan la vida meciéndose en él.

sábado, 5 de marzo de 2011

Una pérdida muy sentida



Le habíamos visto crecer, sin límites y en rápida monotonía con los años. Era un chavalillo en el que ya empezaban a destacar algunos de los rasgos que le caracterizarían más tarde: alto y flexible en lo adverso del tiempo. De pequeños, mis hijos gustaban de acercarse hasta él y buscar el refugio de sus brazos. A veces yo temía por su calma cuando le involucraban en sus juegos con la rudeza y la fogosidad de la edad, pero se mantenía siempre como el símbolo de la verticalidad y nunca le vi gesto de enojo o de congoja.

Cayeron las hojas para él y para mí, se nos fueron marcando pliegues con descaro. Su presencia era una constancia fiel, donde yo reflejaba el recuerdo de aquellos otros que mecieron mis infantiles caprichos, aunque no sé muy bien quién de los dos ambicionaba más la luz y un baño silente de azules. Me asombraba su carácter, su instinto de conservación que le enfrentó con frecuencia a una naturaleza caprichosa con esa magia que le hacía elevarse por encima de nosotros, mientras yo sentía tiritar mis raíces. No había nada que le doblegara. Sólo hubo una ocasión en que le faltó viveza y necesitó tiempo hasta que recobró el color fresco de su piel, y siguió compartiendo la esencia de la vida. Volvió a danzar en el aire.

Eso fue el ayer, hoy es el dolor y la derrota al ser vencido por una naturaleza borrascosa y tenaz, que abatió su vida dejando que el viento abriera una herida en la tierra sin defensas. Con él ha desaparecido un compañero fiel, bajo cuya sombra nos cobijábamos durante los veranos.


jueves, 24 de febrero de 2011

Imposible retorno

Azucarera Hispania (año 1962/1963)
*****

Ahí, donde la casa se erguía señorial y altiva,
no queda nada, solo tierra solitaria y triste…
Busqué un alma y encontré palmeras,
faros vigilantes en un mar de rastrojos secos,
recuerdos de un jardín umbroso y fértil,
hoy árido y yermo, sombras del pasado
que se diluyen…
Un mundo que fué y no es,
latidos de entonces que dañan
dejándonos heridos y sin aliento…
¡Quisiera ser golondrina sin memoria
en el camino perdido del retorno !


Añoranzas


 Rincón de la Victoria


El mar desde lejos. Siento
el mar desde lejos.
Estoy en los pinos. Tengo
el mar del Sur en el pecho.
Un mar alto, por el viento.
Un mar de ángeles en vuelo.

***
De José María Pemán




martes, 22 de febrero de 2011

Kippenberger miró a Picasso


martes, 22 de febrero de 2011

Publicado por

Masdearte.comKippenberger miró a Picasso
El Museo Picasso de Málaga analiza la influencia de la producción del andaluz en la obra del alemán

MUSEO PICASSO MÁLAGA

c/ San Agustín, 6 29015

Málaga

Del 22 de febrero al 29 de mayo de 2011
De martes a jueves, de 10:00 a 20:00 horas
Viernes y sábado, de 10:00 a 21:00 horas

Comisaria: Eva Meyer-Hermann, comisaria independiente

Fallecido prematuramente en Viena hace trece años, el alemán Martin Kippenberger forma parte de una generación de creadores germanos que ha tratado de abordar el papel del artista en la cultura contemporánea. A finales de la década de los ochenta residió en nuestro país y aquí creo una serie de trabajos influida de manera decidida y directa por Pablo Picasso, cuya producción ya le había atraído desde sus inicios.

El Museo Picasso presenta desde mañana su muestra más destacada hasta la fecha en España, "Kippenberger miró a Picasso", una exhibición que nos acercará a la multidisciplinar trayectoria del de Dortmund, que cultivó disciplinas muy diversas (pintura, performance, escultura, dibujo, instalación e incluso música) desde una extraordinaria fuerza expresiva y manteniendo como constantes la ironía y la controversia, reflejo de su agitada vida personal y de su gran conocimiento de la historia del arte.

Reconocido ya en vida, sus mayores éxitos han sido póstumos y la mayor parte de sus muestras individuales han tenido lugar en museos estadounidenses.

En Málaga podremos rastrear las conexiones entre obras maestras de Picasso y de Kippenberger, quien ya desde su infancia pudo ver, colgadas en las paredes de su casa, reproducciones pictóricas de obras del genio cubista. En los trabajos del alemán son frecuentes las referencias explícitas a la obra picassiana; la más clara podremos verla en su libro "De la impresión a la expresión. Cuarto de siglo de Kippenberger", que el artista editó con motivo de su vigésimo quinto aniversario bajo el nombre de Editorial Herederos de Pikasso (cambiando la c por la k de su inicial).

A mediados de los ochenta, el alemán realizó un cartel y una tarjeta de invitación, también expuestos en el MPM, para una muestra en Canarias. Se inspiró para la ocasión en una instantánea tomada por Douglas Duncan en 1962 en la que retrataba a Picasso en pose orgullosa. La misma imagen le serviría de inspiración para la elaboración en 1988 de las fotografías que ilustraron un calendario y de una serie de autorretratos a gran tamaño que pintó en la localidad sevillana de Carmona. Algunos de estos óleos se mostrarán también en Málaga.

A partir de los retratos fotográficos que Duncan realizó de Jacqueline Roque, la última mujer de Picasso, Kippenberger llevó a cabo su serie de óleos Jacqueline: los cuadros que Pablo ya no pudo pintar. Varios de ellos estarán presentes en la exposición. Ahondan en los difusos límites entre retrato y autorretrato, entre la identidad y la pérdida, entre lo femenino y lo masculino.

En el MPM podremos ver 55 trabajos entre pinturas de gran formato, esculturas y dibujos; 48 libros de artista y 73 carteles y tarjetas de invitación, así como textos y entrevistas en vídeo que documentan la ambivalente mirada de Kippenberger sobre el malagueño, a medio camino entre el fervor y el descreímiento. La muestra se completará con una selección de piezas de Medusa (1996), en las que el alemán llevó hasta el límite su concepción del autorretrato como representación trágica de la propia existencia. El propio artista posó, imitando las posturas de las figuras de La balsa de la medusa de Géricault, para la fotógrafa Elfie Semotan.

lunes, 7 de febrero de 2011

Siempre la lluvia


Me despertó el latido amenazante del reloj, con la sensación de haber sido vencida por el destino. Las cortinas abiertas de la ventana mostraban un amanecer envuelto en una niebla blanda, que dejaba churretones húmedos en los cristales. El día prometía gris con mucha agua. Mientras dejaba pasar indecisa unos minutos, sentí como las alas del –todavía– presente sueño rozaba mis párpados, y me abandoné a las imágenes que trae siempre la palabra lluvia, tan cerca de mí y tan constante. Lluvia que se había presentado doblada en dos: llanto, letanía triste, zumbido lacerante; temor, repetida sumisión, hasta tener que ganarse su presencia. Silencioso roce frente a una fuerza dominadora que destruye, inundando exigente nuestros deseos, que se impone engendrando contradictorias vidas. Siento muy cerca la palabra lluvia, abriendo camino, disipando la niebla que su presencia lleva consigo. Yo, más que dejarme rozar me entrego a ella. No hay elección posible. Antes de despertar me impone con frecuencia su presencia, silenciosa o impulsiva, mansa, también alegre, o esbozando futuros inciertos, sin olvidar la vida que empieza en ella. Imágenes que me hace llegar hasta hacerme ver que la lluvia, al igual que la felicidad, recoge diferentes frutos de su siembra. La lluvia, siempre contradictoria, siempre presente.



lunes, 31 de enero de 2011

Museo Histórico Deventer


De Waag

Su construcción: del 1528 al 1531

Ahora: Museo Histórico de Deventer




jueves, 20 de enero de 2011

El mar



Poema de Victoria Atencia

Bajo mi cama estáis, conchas, algas, arenas:
comienza vuestro frío donde acaban mis sábanas.
Rozaría una jábega con descolgar los brazos
y su red tendería del palo de mesana
de este lecho flotánte entre ataúd y tina.
Cuando cierro los ojos se me cubren de escamas.
Cuando cierro los ojos, el viento del Estrecho
pone olor a Guinea en la ropa mojada,
pone sal en un cesto de flores y racimos
de uvas verdes y negras encima de mi almohada,
pone henchido el insomio y en un larguero entonces
me siento con mi sueño a ver pasar el agua.

El agua que llega


foto: Rafael Goedhart


lunes, 10 de enero de 2011

El agua mansa



Se espera que el miércoles todo esté bajo el agua.