Un día de verdadero verano, aunque ya anuncian que entra un frente tormentoso; chapotearemos en el agua y tendremos que sujetar los parasoles para no volar por los aires. El placer no suele durar mucho; mañana otra vez con los abrigos. Pero hoy todavía no. Hoy es el día del cumpleaños de la reina y Holanda se ha vuelto a vestir de naranja.
En Holanda hay un
día que hasta los republicanos se vuelven monárquicos : el 30 de abril,
fecha que se celebra el cumpleaños de la reina Beatrix. Este día aparecen las
calles transformadas en un mar de banderas, rojo-blanco-azul.Todas las calles,
en cada casa, en las fachadas, ya sea en las ventanas o encima de las puertas,
cuelgan banderas abanicadas por el viento. Cada holandés tiene una bandera en
su casa y le gusta hacer buen uso de ella. El día de la reina, en el cumpleaños
de miembros de la familia real, el día del trabajo, día de la liberación de los
alemanes, etc., incluso cuando un hijo
termina la Enseñanza Media (en este caso también cuelgan la cartera del
colegio). Tengo que reconocer que las calles ofrecen una vista muy bonita.
El día empieza
con un mercado libre, a semejanza de un rastro, en todas las ciudades del país,
siendo el más concurrido y nombrado el de Amsterdam. Muy temprano, incluso hay
quién pasa la noche en vela para guardar sitio, van llegando los primeros vendedores.
Mayores y niños colocan su mercancía sobre una manta en el suelo y tratan de
vender todo lo que encontraron al hacer su limpieza anual del desván de su
casa. La mitad de los holandeses vende sus trastos a la otra mitad.
El punto
culminante de la jornada es la visita de la reina a una o dos ciudades,
escogidas de antemano. Hay un itinerario engalanado con banderitas y adornos en
color naranja. Holanda se convierte un país de color naranja. Globos, lazos,
guirnaldas, incluso refrescos y tartas son de ese color. No es de extrañar al
tener la Casa Real el nombre de Oranje. Por todo el recorrido que hace la
reina, acompañada de su familia y el alcalde de la ciudad, hay puestos donde se
exhiben trabajos artesanos, se hacen juegos, bailes, todo acompañado con música
y el grito cantado, al paso de la reina, de ¡arriba Oranje !, ¡arriba
Oranje! y ¡viva la reina !.
Lo anecdótico del
día es que el cumpleaños de la reina no es el 30 de abril. Beatrix nació un 31
de enero. La tradición empezó de una manera sencilla, durante el reinado de
Emma, la bisabuela. Esta reina recibía un ramo de flores con motivo de su
cumpleaños en el mes de agosto. El 30 de abril es en realidad el cumpleaños de
la anterior reina, Juliana. Ésta lo celebraba con lo que se llamó el desfile de
flores. Recibía cantidades de ramos de flores que iban depositándo en el suelo, ante la entrada del palacio donde
se encontraba toda la familia, hasta parecer todo un mar de flores. También
desde este momento se convirtió este día en fiesta nacional, siendo un día
libre para todos los holandeses. Al subir Beatrix al trono decidió que, en honor
de su madre, se conservase esta fecha para celebrar su propio cumpleaños.
Pocas veces se ve tanta animación en las calles de este país. Los
holandeses disfrutan de su día libre que muchas veces se ve amenazado por el
mal tiempo pero, a esto, ¡ya están también acostumbrados !.
2 comentarios:
Seguramente aparecerá como si nada ocurriese en su familia. La realeza tiene esto.
Que tengas un primero de mayo, estupendo.
Una costumbre de gran aceptación popular y una decisión sabia.
En una ocasión, en Amsterdam, tuve la fortuna de vivir el "supermercado de lo innecesario" para casa pero interesante para el comprador. Me sorprendió muy agradablemente.
Allí fue donde me enteré que Beatrix nació el mismo día que yo y no el 30 de abril.
Acercarse al pueblo y festejar hechos normales es una buena forma de hacerse querer.
En España, además de tropelías y errores, no se hace alusión a hechos comunes con el resto de ciudadanos. Otro error.
¡Bienvenida, Pilar! Espero que todo se encuentre tan bien como yo deseo.
Un fuerte abrazo, querida Pilar.
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