La muerte de Guillermo de Orange todavía da
que hablar en los Países Bajos. Guillermo murió el 10 de julio del año 1584 en
Delft, a consecuencia de las heridas de arma de fuego que le causó Balthazar
Gerards, ferviente católico. El rey de España, Felipe II, había prometido una
recompensa a quien terminara con su vida. El príncipe de Orange acababa de
asistir a un banquete cuando al
retirarse hacia sus habitaciones se encontró frente a frente con su
asesino que le disparó desde unos cuantos metros de distancia.
Siempre se ha creido que sus últimas palabras fueron: “Dios mío, Dios
mio, tened piedad de mí y de este pobre pueblo”. Ahora se ha llegado a la
conclusión, después de unos estudios muy exhaustivos por diferentes expertos,
que las heridas recibidas fueron mortales de necesidad. La bala entró por el
pecho a la altura de la quinta costilla y salió por la espalda tocando la parte
izquierda del corazón. Guillermo de Orange murió instantáneamente y nunca pudo
haber pronunciado esas ni otras palabras.
Se ha puesto en duda también la autencidad de
los orificios de bala que se conservan en el muro donde ocurrió el atentado,
que hoy es el museo Prinsenhof de Delf; incluso se han hecho pruebas con un
arma semejante a la empleada por Balthazar Gerards para el homicidio. La
investigación ha dado por resultado que aunque los impactos de las balas no
coincidan en la forma y el tamaño, con toda seguridad agrandados por manos
curiosas, el lugar es definitivamente el correcto.
Balthazar Gerards tampoco vivió mucho más que
Guillermo. Detenido rápidamente fué condenado a morir descuartizado. Esa fue la
única recompensa que recibió de Felipe II.
(AlenarteForo)
3 comentarios:
La historia de amor y odio entre la España de Felipe II y Flandes fue tan impetuosa como vana.
El asesinato de Guillermo de Orange sucedió por y para satisfacer unos intereses políticos de conveniencia.
Como siempre, posteriormente se confeccionó una historia "interesante" y misteriosa.
Importante suceso.
Un fuerte abrazo, querida Pilar.
Los magnicidas siempre han sido recompensados con la muerte. Solo hay que leer la Historia. De algún modo me recuerdan a quienes se inmolan por una causa. Besos.
Siempre hay quien aprovecha la religión como excusa para cometer todo tipo de tropelías. El sectarismo no es algo nuevo.
Un abrazo desde una tarde de ventolera.
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