Llueve en Deventer, llueve.
Yo no
necesito soñar con la lluvia tierna,
compañera fiel en
los días grises
lejos de las
cálidas aguas del sur.
Su presencia es
llanto
que me adormece
con su melódico
batir en la
ventana,
trae cerca
el rumor del mar
y asusta a
los pájaros negros
que hacen nido
en mis sueños.
2 comentarios:
A pesar de la lluvia, ¡qué bello poema y qué bellas imágenes, Pilar!
A pesar de todo, este pequeño batir del agua en los cristales de las ventanas es un sonido vivificante.
Los pájaros se encuentran sobre los campos fertilizados con esta agua: En ellos, su vida transcurre tranquila y feliz.
Esta agua sería necesaria para los secos campos españoles. Bien, es posible que llegue hasta ellos y los anegue durante unos días.
Un fuerte abrazo, querida Pilar.
Hola, Pilar.
La lluvia es un regalo del cielo, además nos inspira y aleja las malas influencias.
Bonito poema nos traes.
Un abrazo.
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