El domingo pasado: un día
típico veraniego en Holanda, con temperaturas media de unos 23 grados y un
cielo en azul pálido con apenas toques de nubes blancas. Ideal para acercarse a
Kootwijk, un pueblecito con unos 300 habitantes –contando también sus
alrededores. Se encuentra en la provincia holandesa de Gelderland; rodeado de
bosques es un lugar de atracción turistica.
¿Qué es lo que hace de
Kootwijk un lugar interesante? Al sur se encuentra el reservado natural de
dunas de arena formadas por el viento, que le dan todo el aspecto de un
mini-sahara de los Países Bajos. Es un paisaje reseco pero rico en fauna y
flora. Se han observado huellas de gacelas y ciervos entre otros animales. Los
orígenes están fijado alrededor del año 2550 AC. De esto dan fe las
investigaciones arquelógicas. Con el paso del tiempo y a medida que la
población crecía, el cambio del paisaje se hacía más notable. Los campos de
brezo, intensamente segados, no pudieron reponerse más. Así surgieron terrenos
arenosos y el viento se ocupó de que crecieran dunas en diferentes zonas.
1 comentario:
Creo que debe ser un pueblo encantador. ¡Trescientos habitantes! Esto es lo que llamo serenidad y paz entre los vecinos.
Los paisajes que describes, Pilar, deben ser únicos y, por supuesto, cuando visite Los Países Bajos y a ti, iré a recrear la vista en tan espléndido lugar.
Un fuerte abrazo, querida Pilar.
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