lunes, 30 de junio de 2008

Snert, la auténtica sopa de guisantes holandesa




Para empezar, la palabra snert no me gusta nada. Según el diccionario holandés-español significa también basura, desecho, suciedad. Por eso me extrañó tanto de que le dieran este nombre a una sopa. Pero tiene que ser el color verdoso, o su consistencia pastosa, -que no le hace muy atractiva a mis ojos- el origen de esta denominación. La sopa es un ejemplo comestible de lo que es la cocina holandesa: sencilla, pero nutritiva. Estas dos cualidades se dan muy bien en la sopa de guisantes. Recomiendo tomarla en el invierno; no hay nada mejor que una taza de esta sopa después de una tarde de frío, cuando regresas de patinar en los canales.

Para comprobarlo no hace falta más que te decidas a poner en práctica la siguiente receta:

500 gramos de guisantes
1 trozo de jamón (con hueso)
100 gramos de tocino (preferentemente con corteza)
1 salchicha ahumada
2 cebollas grandes, cortada en trozos que no sean muy finos
1 zanahoria grande
2 puerros
1 apio
1 manojito de hojas de apio
2 patatas
pimienta y sal a gusto
2 litros de agua … para empezar
pan y algo de tocino ahumado en lonchas

-Después de hechas las compras e instalada en la cocina, lava los guisantes en un colador. No tienen que estar en remojo.

-Pon a hervir en una cacerola grande abundante agua. Añades los guisantes, el jamón con el hueso y el tocino. Está atenta. Cuando empiece a hervir ves limpiando el agua con una espumadera. Después de unos minutos quita ese agua y pon de nuevo a hervir los guisantes, el jamón y el tocino en agua limpia. La salchicha todavia tiene que esperar su turno.

Mientras los guisantes y la carne se van poniendo tiernos, empieza a preparar las verduras. Pela el apio y las patatas y los troceas. Raspa la zanahoria, cortála a lo largo por la mitad, y ambas partes las cortas de nuevo en trocitos de forma que vayan saliendo medias lunas. Corta los puerros a lo largo tambien (la idea es que de ellos hagas una especie e brocha o borla). Lavados y escurridos volverás a cortarlo en trocitos de medio centímetro. ¿Me sigues todavía? … Toma una pequeña pausa, o ten cerca de la mano una copita de vino para entonarte.

A continuación añades las verduras que ya tienes preparadas en la cacerola y deja todo cocer hasta que los guisantes estén tiernos (de hora y media a dos. Los guisantes tienen que romperse)

El siguiente paso es sacar la carne de la cacerola y quitar los huesos. Es un trabajo que requiere tu atención. Trocea la carne delicadamente, quita la corteza del tocino –si todavía está adherida- y corta el tocino en cuadraditos. Pon la carne de nuevo en la cazuela (no lo vayas a olvidar). Lava el apio, las hojas puedes cortarlas muy finas con unas tijeras. Nos falta la salchicha … ¡añádela ahora también a la cazuela con el apio que acabas de cortar! Prueba. Sal y pimienta a discreción.

Ahora viene el secreto de esta receta. En esos momentos aún no ha espesado la sopa. Quítala del fuego y déjala tapada hasta el día siguiente. Te encontrarás entonces un verdadero potaje. Para tomarla debes calentarla a fuego muy suave, con el movimiento continuo de una cuchara para que no se pegue. Sírvela con la salchicha cortada en rodajas no muy gruesas y pan tostado. Otros prefieren pan de centeno con las lonchas de tocino.
Un consejo personal: no la tomes en los primeros meses del embarazo si tu estómago no está hecho a la idea. Los resultados pueden ser catastróficos; lo digo por propia experiencia.

(fuente : www.coquinaria.nl0

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